David Bugstrum, un hombre de Estados Unidos utilizó
como tantas otras personas un sitio de internet para vender algo que no
necesitaba: un ataúd. Sin embargo lo extraño fue que el hombre no notó que
dentro del ataúd que estaba vendiendo había un esqueleto.
Aparentemente luego de realizarle algunas pruebas
el esqueleto pertenece a una persona que vivió a comienzos del siglo XX. El
ataúd que el hombre estaba vendiendo fue usado hasta hace poco tiempo ya que
era utilizado para realizar rituales de representación de la muerte por la organización
de beneficencia a la que pertenecía David.
David debió vender el antiguo patrimonio de la
orden Odd Follows debido a deudas, necesitaba el dinero y lo publicó por
internet para venderlo.
El esqueleto habría sido donado mucho tiempo atrás
por un médico pero no fue posible venderlo debido a que no hay documentación
sobre la persona que fue, por lo que no es legal. La policía autorizó la venta
del ataúd pero no la del esqueleto por el motivo antes mencionado.
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